"Todavía no podemos decir nada sobre los mecanismos involucrados", dijo Gonda en un comunicado de prensa . "Lo que ahora estamos viendo es ver si existen marcadores genéticos que están relacionados con la temporada de nacimiento y el trastorno de estado de ánimo."
El trastorno afectivo estacional (SAD) es un tipo de depresión que afecta a millones de personas durante el invierno, cuando las horas de luz son más cortas. Es posible que los factores que pueden afectar a una madre embarazada durante los cambios estacionales podrían ser transmitidos al feto en desarrollo.
"Los estudios bioquímicos han demostrado que la temporada en la que has nacido tiene una influencia sobre ciertos neurotransmisores de monoamina, como la dopamina y la serotonina, que es detectable incluso en la vida adulta", dijo Gonda.
El estudio encuestó a estudiantes universitarios húngaros sobre su época de nacimiento y las preguntas acerca de su temperamento. Hubo algunas tendencias estadísticamente significativas que surgieron.
Los nacidos en primavera resultaron ser más propensos a tener un temperamento hipertímico. Es decir, que tienen una tendencia a ser muy positivo.
También se encontraron que los bebés nacidos en verano son también hipertímicos, pero con un fuerte temperamento ciclotímico. Aunque los bebés de verano son más propensos a experimentar los altos sentimientos positivos, también fueron significativamente más propensos a experimentar frecuentemente cambios de humor. Esto es particularmente cierto cuando se compara con los bebés nacidos en invierno.
Aquellos con los cumpleaños en otoño habían reducido drásticamente la tendencia hacia los estados de ánimo depresivos en comparación con las personas nacidas en invierno.
Se encontró que las personas con los cumpleaños en invierno eran menos propensas a estar irritables, en comparación con todas las demás estaciones.
Ahora, estos resultados deben tomarse con calma, pues las condiciones ambientales de los que crecieron en Hungría son drásticamente diferentes en comparación con alguien que podría haber nacido más cerca del ecuador o tienen diferentes patrones climáticos estacionales.
El estudio encuestó a estudiantes universitarios húngaros sobre su época de nacimiento y las preguntas acerca de su temperamento. Hubo algunas tendencias estadísticamente significativas que surgieron.
Los nacidos en primavera resultaron ser más propensos a tener un temperamento hipertímico. Es decir, que tienen una tendencia a ser muy positivo.
También se encontraron que los bebés nacidos en verano son también hipertímicos, pero con un fuerte temperamento ciclotímico. Aunque los bebés de verano son más propensos a experimentar los altos sentimientos positivos, también fueron significativamente más propensos a experimentar frecuentemente cambios de humor. Esto es particularmente cierto cuando se compara con los bebés nacidos en invierno.
Aquellos con los cumpleaños en otoño habían reducido drásticamente la tendencia hacia los estados de ánimo depresivos en comparación con las personas nacidas en invierno.
Se encontró que las personas con los cumpleaños en invierno eran menos propensas a estar irritables, en comparación con todas las demás estaciones.
Ahora, estos resultados deben tomarse con calma, pues las condiciones ambientales de los que crecieron en Hungría son drásticamente diferentes en comparación con alguien que podría haber nacido más cerca del ecuador o tienen diferentes patrones climáticos estacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario